Para entender el futuro de Argentina debemos mirar el presente de Venezuela  como un país que en la década del ´80 era considerado un país de 1er mundo hoy esta al final de la lista de los países del 3er mundo.

El ascenso del Teniente Coronel Hugo Chavez al poder en 1999 generó un suspiro de esperanza en una sociedad que estaba cansada de un sistema bipartidista con una democracia formal altamente excluyente desde lo social. Un sistema conocido como el punto fijismo que fue el resultado del Pacto de Punto Fijo firmado en 1958 por los partidos Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) y Acción Democrática (AD).

Adecos y Copeyanos se alternaron en el poder durante 40 años disfrutando de los beneficios del desarrollo auge de la industria petrolera.

El caracazo de 1989 marcó el final de este sistema que terminó en la elección de Chavez como presidente en 1999.

Ese aire de “renovación” de la democracia venezolana se disipó casi instantáneamente y la pujanza petrolera fue sepultada pocos años después en 2003 con el asalto a PDVSA y la expulsión y persecución de todos los supervisores, gerentes y directores. Todo el recurso humano, formado durante décadas, fue despedido y en muchos casos perseguido. El resultado se ve en dos datos de la realidad. En 1999 PDVSA producía 3 millones de barriles de petróleo por día, hoy menos de 600.000. Por otro lado solo una de las tres destilerías en el país opera a menos de un 20% de su capacidad y el país tiene que importar combustible de Irán, combustible que paga con oro extraído ilegalmente en el arco minero del Orinoco.

Mientras se distraía a la población con políticas clientelistas y grandes anuncios, dilapidando los recursos del país, se avanzaba en la consolidación del modelo dictatorial y represivo.

Las sucesivas purgas de las Fuerzas Armadas que incluyeron persecución, cárcel y torturas para muchos de sus miembros y la corrupción que rápidamente se extendió en la cúpula generó una guardia pretoriana.  Unas nuevas SS, al servicio de Chavez y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) garantizaron de esta forma la disponibilidad del brazo ejecutor de la más salvaje y violenta represión que recuerda la historia política latinoamericana. El combo Chavez-Maduro es por mucho peor que Pinochet o Videla, incluso peor que los dos juntos.

Mientras tanto se colonizaban otros dos de los poderes del estado. El poder judicial con la designación en todos los niveles de miembros y militantes del PSUV. De esta forma se convalidaban todos los atropellos y violaciones a los derechos de los venezolanos. Persecución y cárcel a los opositores, violación del debido proceso y de los derechos humanos, muertes y asesinatos. Todo un sistema para imponer por la fuerza y el terror un pensamiento único. Su máximo exponente es el actual presidente del Tribunal Supremo de Justicia Maikel Moreno, ex agente de la DISIP (policía política) quien es un homicida condenado.

Lo mismo sucedía con el Poder Electoral, el 4to poder que junto al Ejecutivo, el Judicial y el Legislativo, conforman el Gobierno en la República Bolivariana de Venezuela.

La designación de Rectores militantes en el ente rector del poder electoral permitió el control de los procesos electorales y la  comisión de todo tipo de fraude. Los últimos de proporciones escandalosas.

Simultáneamente se silenciaba la prensa y los medios de comunicación privados. El recordado cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV) en el año 2007, que incluyó la expropiación de sus equipos, fue el acto que marcó el inicio de una fuerte campaña para silenciar a los medios de privados. Durante los siguientes cinco años prácticamente todos los periódicos, canales de televisión y radios fueron comprados a precio vil por personeros del chavismo, y los que se resistían eran sacados del aire y sus equipos técnicos expropiados. Al día de solo un periódico, El Nacional, mantiene una línea editorial independiente y solo puede leerse en formato digital.

Mientras se consumaba la destrucción de todas las instituciones del estado y de su aparato productivo se avanzaba a paso veloz en la penetración del narcotráfico. La alianza de Chavez con las FARC garantizaba la producción, nuevas rutas de distribución y toda la estructura de PDVSA, en su momento la 5ta empresa petrolera del mundo, al servicio del lavado de dinero producto del narco. Nacía el Cartel de los Soles!!

El primer, y hasta ahora el único, compuesto por Generales, de allí su denominación por los soles que determinan su rango, y con toda la estructura de las FFAA para el transporte y la distribución de la droga desde los lugares de producción hasta los puertos y pistas de todo el país. El dinero del narco volvía milmillonarios a Almirantes y Generales del Ejército y la Aviación y la Guardia Nacional Bolivariana.

La realidad siempre supera la ficción y muchos no nos sorprendimos al enterarnos de la detención de los sobrinos de Cilia Flores, la 1ra Combatiente, con un avión cargado con 800 kilos de cocaína en Haití. Hoy purgando condena en EEUU.

El resultado de todo esto lo podemos ver en nuestras ciudades, más de 5 millones de venezolanos obligados a salir de su país en busca de una vida mejor. Un país desbastado y balcanizado de hecho, con una hambruna de proporciones bíblicas.

Este mismo proceso se inició en Argentina con el gobierno de Néstor Kirchner y se aceleró con el de Cristina. La pausa macrista, fue solo eso una pausa. Hoy retoma la senda de la destrucción del estado y sus instituciones a paso acelerado. La colonización del poder judicial con sus descabellados planes de “democratización” y reorganización. El avance para restructurar las FFAA y el avasallamiento de los derechos de propiedad. La liberación de presos y la violación de los procesos judiciales se vuelven moneda corriente.

El caso Vicentin puede analizarse por analogía con el de PDVSA. Un grupo empresarial, principalmente dedicado al comercio internacional lo cual impone una estructura financiera compleja y que además posee entre sus activos dos terminales portuarias es un activo por demás deseable por los carteles del narcotráfico, siempre atentos a buscar nuevas formas y vías para realizar sus actividades.

Y para ponerlo en contexto debemos recordar que el narcotráfico es la “industria”, junto con las armas, que más dinero mueve en el mundo. Así como sabemos que sus “capos” no tienen límites de ningún tipo a la hora de acrecentar su poder e influencia. Ya está lejos en el tiempo la oferta de Pablo Escobar Gaviria de pagar la deuda externa de Colombia a fin de ganar impunidad.

A eso es a lo que se enfrenta el país, a perder una forma de vida como la Republica y a ser sometidos a la anarquía y la violencia.

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