Franklin José Brito Rodríguez es el espejo donde debe mirarse el pueblo y el campo argentino frente al avance de las tomas, la complicidad del Gobierno kirchnerista y el cínico llamado de la Vicepresidente.

Quién fue Franklin José Brito Rodríguez? Fue docente y productor agrícola, una de las primeras víctimas de la reforma agraria y expropiaciones de la dictadura venezolana.

Franklin Brito abandonó Caracas para mudarse al campo, al Estado Bolívar donde en una pequeña finca logró aplicar, con mucho esfuerzo, sus conocimientos en agronomía y hacer de sus 290 hectáreas un proyecto productivo donde cultivaba principalmente hortalizas. Mientras trabajaba la tierra y para completar los ingresos familiares trabajaba como docente. Muy lejos de esa joven argentina que tenía más de U$S 4 millones en una caja de seguridad y no se le conoce trabajo alguno.

No era un terrateniente latifundista. Sus 290 hectáreas no se comparan, por ejemplo, con las más de 400 mil hectáreas que posee Lázaro Baez en Santa Cruz.

Hasta acá la historia, que podría ser igual a la de muchos argentinos que entienden que la Patria se hace trabajando, regando la tierra con el sudor de sus frentes, pero algo pasó.

El gobierno de Hugo Rafael Chavez Frias envió sus hordas, sus tierras fueron invadidas y expropiadas.

Franklin Brito empezó entonces a transitar el largo camino de los tribunales, mostrando sus títulos y demostrando su propiedad, pero la justicia “partidaria” y militante nunca escuchó, porque su objetivo y misión ya no era impartir Justicia sino imponer los deseos del dictador y mostrar  a todos cómo se imponía la reforma agraria durante la Revolución Bonita.

Brito entendió la naturaleza del conflicto y contra quien estaba peleando, pero lejos de amilanarse y darse por vencido, marchó a Caracas a enfrentar al dictador y en las puertas del tribunal Supremo de Justica se amputó un dedo. Bajaron rápidos los Supremos a prometer cosas y “embarrar” la cancha, apareció un ejército de abogados y funcionarios del Estado a darle la razón y prometer soluciones. Mientras tanto los Brito fueron despedidos de sus puestos como docentes y sus cultivos arrasados.

La justicia partidaria y militante le daba le daban la razón pero aún así no recuperaba la posesión de sus tierras y no podía volver a su trabajo y a su vida.

Su reclamo fundado no escuchado lo llevo a realizar ocho huelgas de hambre. La última frente a las oficinas de la OEA en Caracas. En ese momento el Comandante Supremo y Eterno Chavez decidió que era suficiente y montó una nueva demostración de cómo se manejan las cosas en la Revolución Bonita. Una comisión de más de 60 hombres de la Guardia Nacional Bolivariana se enfrentó a un hombre solo, debilitado profundamente al punto que le costaba caminar, y fue arrojado dentro de un vehículo blindado y conducido apresado a una sala de máquinas del Hospital Militar.

Sofocado por el calor y aturdido por los ruidos de los motores, con restricción a recibir visitas y sin ningún tipo de tratamiento, salvo la visita de un miembro de la Cruz Roja, quien certificó la necesidad urgente de tratamiento médico.

Franklin Brito murió en agosto de 2010, un hombre fornido, agricultor y docente, pesaba menos de 43 kilos en su 1,90 metros de altura.

No tengan dudas, este es el espejo donde se tienen que mirar hoy nuestra gente de campo, agricultores o ganaderos. Ya Juan Grabois lo advirtió durante la campaña, la reforma agraria tenía que ser implantada.

Primero fue el intento expropiatorio de Vicentín y ahora nuevamente Grabois. Son el ariete de un sistema dictatorial que busca imponerse en Argentina a como dé lugar. Ya sea usando jueces para que firmen cualquier cosa, poniendo funcionarios del Estado a cometer delitos de usurpación o alentando y alimentando a grupos sediciosos pseudoindígenas, que no reconocen el imperio del Estado Nacional ni sus leyes. Tanto en las usurpaciones del sur como de Entre Ríos participan altos funcionarios de los Ministerios de Justicia, de Agricultura y del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.

El kirchnerismo tiene muy claro cuál es su objetivo. Imponer un gobierno dictatorial, un nuevo estado socialista, copiar la Revolución Bonita del Comandante Chavez.

Recientemente la VicePresidente, como si no formara parte del gobierno, llama a un acuerdo nacional, convoca a un dialogo pero no para cambiar el rumbo del gobierno impulsando el respeto por las instituciones republicanas que implicarían abrir el Congreso de la Nación, lugar natural para el debate y el acuerdo, y respetando la independencia del Poder Judicial, nada de eso forma parte de este acuerdo.

La VicePresidente, que eligió al Presidente, se dio cuenta que fracasó en la contratación del gerente. Y busca compartir con otros su propio fracaso para desentenderse del desastre al que nos llevo y aún sigue llevándonos.

Los argentinos nacimos al mundo como luchadores de la Libertad, “Oid el ruido del grito sagrado, Libertad, Libertad, Libertad” cantamos con todas nuestras fuerzas y con toda nuestra convicción. Convencidos que hay una sola forma de sacar el país adelante, respetando la Constitución Nacional y sus leyes y los valores republicanos allí determinados.

Vamos a someternos frente a la ley para no arrodillarnos frente al tirano, no hay otro camino posible.

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