Antes de empezar voy a dar mi posición al respecto, yo estoy en contra de que el aborto sea libre y gratuito, para empezar, es una medida que trata de actuar sobre los efectos y no sobre las causas del problema, lo cual no va a resolver la situación de ninguna forma y entonces no va a aportar nada a la sociedad.
Fui educado en una familia que hoy podríamos llamar “tradicional” pero que sin dudas era una familia de avanzada, se hablaban todos los temas, fundamentalmente nos comunicábamos. Mi madre, una militante feminista de la primera hora, no como ahora que salen a vandalizar o escandalizar a todos mostrando las tetas, insultando y agrediendo a todos quienes no piensen igual, sino una feminista con fundamentos y argumentos, que podía debatir y hacer aportes positivos para influir en cambiar una forma de ver las cosas. Los derechos de las mujeres fueron una parte integral de mi educación y una práctica habitual en el seno familiar.
Y al mismo tiempo me educaron en la responsabilidad que todos debemos tener a la hora de enfrentar las consecuencias de nuestros actos. Si yo, o cualquiera de mis tres hermanos hacíamos algo mal, debíamos ser responsables por lo que habíamos hecho y por supuesto éramos reprendidos de una forma u otra. Un “castigo” que acompañaba nuestra educación y que nos llevaba a poder determinar (diferenciar) lo que estaba bien de lo que estaba mal. Y creo que el resultado de todo eso fue muy bueno, hoy somos cuatro personas de bien, que hemos estudiado y trabajado muy duro para poder progresar, formando cada uno su familia y tratando de educar a nuestros hijos de la misma forma.
Pero las cosas cambiaron y mucho en estos tiempos. Hoy la responsabilidad ya no es un valor que desde la sociedad se busque ni se proteja, y sin dudas esto tiene un origen en el estado.
Cuando desde el gobierno reparten millones y millones de planes sociales, muchos de ellos a gente que está perfectamente apta para trabajar, no solo destruye su dignidad, sino también su sentido de la responsabilidad. Cuando en las escuelas se permite a los estudiantes pasar de año con 19 previas o más, no solo se está haciendo una generación de ignorantes, sino también de irresponsables.
Hoy todo un sistema, promocionado y patrocinado desde el estado, hace de la irresponsabilidad una bandera y en este esquema se encuadra el tema del aborto “seguro y gratuito”. Le abren la puerta a quienes irresponsablemente tienen relaciones sin protección a que se desentiendan de las causas y es el estado el que tiene que hacerse cargo del problema.
Y cuando hablamos de “seguro y gratuito” solo hacemos gala de una gran ignorancia. Está claro que no es seguro cuando una persona por nacer pierde la vida y otra arriesga la suya en un procedimiento quirúrgico de por sí riesgoso. Por otro lado, si el estado debe realizar una intervención quirúrgica hay que pagar el salario de un médico, varios enfermeros, insumos, instalaciones, y todo un largo etcétera. El beneficiario no lo paga, sino que lo pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.
¿Pero cómo cambiamos esto? Pues vayamos a las causas. El aborto es una respuesta al problema del embarazo no deseado, una respuesta muy cara, y no hablo del costo monetario, sino del daño mortal para el feto y también el daño psicológico que le impone a la madre, al padre y a todo el grupo familiar.
La causa principal del embarazo no deseado es la falta de educación y un tema muy importante como la sexualidad, en mi época una temática se daba en la materia Biología en 4to y 5to año del secundario. La educación sexual, acompañada de campañas de salud pública informando sobre los métodos de protección y un regreso a la cultura de la responsabilidad tendría un impacto directo y muy importante en este problema que hoy nos toca. El estado apoyaba y continuaba la educación que se iniciaba en la familia.
Si, la educación, otra vez la educación.
Una y otra vez volvemos a encontrarnos con que uno de los elementos fundamentales para encontrar solución a los problemas que tenemos como sociedad, como provincia y como país es la educación. Allí tienen origen casi todas las soluciones a nuestros problemas, y el más importante de ellos es la cultura de la irresponsabilidad.
La inversión en educación es el elemento fundamental, por un lado, volver a la cultura de la responsabilidad sobre los propios actos y sus consecuencias, volver a imponer el modelo del mérito, del esfuerzo va a dar como resultado ciudadanos más responsables y libres. Y acompañando este modelo en este tema en particular no solo traerá una reducción de los embarazos no deseados sino también y por añadidura una menos propagación de las Enfermedades de Transmisión Sexual o ETS como el HIV, Hepatitis o HPV, entre otras muchas. Todas muy contagiosas, mortales y de tratamientos costosos.
La educación, una vez más la educación.
Hay que educar al soberano decía uno de nuestros próceres porque la educación nos hará libres, nos llevará al desarrollo y nos hará más sanos.
Lo demás son espejitos de colores con los que los corruptos de siempre que nos gobiernan en la provincia hace más de 30 años quieren seguir engañando para controlarnos.
Diego Bavio
excelente Diego!