Las elecciones pasaron y el pueblo soberano ya se expresó en las urnas, su voluntad debe ser respetada, sin dobles o triples interpretaciones ni acomodos de esa realidad incontrastable que nos muestra cómo estamos y por dónde debemos transitar. La elección, cada elección, es un juicio en el que el pueblo evalúa y decide sobre el rumbo del gobierno. No hay elucubraciones raras posibles; el que gana esta haciendo las cosas bien y el que pierde las esta haciendo mal.

Como hemos repetido en innumerables oportunidades el pueblo siempre vota bien. Son los partidos y sus dirigentes quienes saben o no explicar sus propuestas y convencer o no a los votantes. Al mismo tiempo estos mismo dirigentes deben tratar de interpretar los intereses y necesidades de la sociedad a la que aspiran representar y presentar las que consideran mejores soluciones o propuestas frente a estas situaciones.

Desde el regreso de la democracia en 1983. la provincia de Santa Cruz fue gobernada por el mismo partido político en sus diferentes versiones. Sin dudas esa aberración de la democracia que es la ley de lemas ha contribuido, y mucho, para que esto sea así; instalando en el ejecutivo provincial un gobierno totalmente ilegitimo y que poco o nada representan al pueblo de Santa Cruz, basta decir que la actual gobernadora solo obtuvo el 23% de los votos.

Desde el arco opositor debemos hacer una lectora muy fina de estas elecciones de medio término que, al igual a las anteriores, nos han resultado favorables pero que, sin embargo, no hemos sabido capitalizar ni materializar en las elecciones generales.

Por un lado es claro que, para el gobierno provincial, las elecciones de legisladores nacionales son de una importancia menor y para muestra un botón. Mientras desde la oposición realizamos elecciones internas para tener al mejor candidato posible, el oficialismo designó a un desconocido intendente acompañado por una recién llegada al kirchnerismo, igual de desconocida que el candidato principal. Ninguna figura de peso del oficialismo se involucró seriamente en la campaña hasta los resultados de las PASO, que prenunciaban un tercer puesto por debajo del 20%, con la posibilidad de perder toda chance para el 2023. Recién en este momento el aparato político oficialista se puso en marcha y logró el objetivo deseado.

Sin dudas y desde nuestro punto de vista, este objetivo fue obtener una banca y poner en el peor lugar posible al candidato Claudio Vidal, pero eso será objeto de otra nota.

Al igual que en 2017 el frente opositor se encuentra frente a la encrucijada de como ampliar la base electoral que garantice el 45% necesario para ganar la gobernación en 2023.

Es momento de crecer, de salir a militar y pescar fuera de la pecera. Hay que animarse a dar el debate a caminar y a escuchar, a llevar nuestra propuesta a todos los santacruceños. A mostrarles que hay una provincia posible y que tenemos un proyecto de desarrollo y a esta tarea invitamos a todos los partidos que conformamos el frente Cambia Santa Cruz.

Desde UNIR Santa Cruz estamos convencidos de que es a los partidos “chicos” o “nuevos” a los que les toca todo el peso de este trabajo, somos nosotros los que venimos a traer nuevos aires y sangre nueva a la política de la provincia.

UNIR es ese espacio nuevo apoyado en valores fundamentales, el respeto a la Constitución Nacional como piedra elemental para el crecimiento de la industria y el comercio, la observancia de las leyes y la proyección de un país pujante. UNIR es ese espacio donde volver a creer y a enamorarse de la política, con gente honesta, capaz y con ganas de darlo todo para alcanzar ese objetivo nacional fijado en nuestra Carta Magna de promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para todos.

El 2023 esta a la vuelta de la esquina, estas elecciones legislativas fueron sólo una bocanada de aire fresco y una muestra gratis de lo que podemos hacer y lograr si trabajamos juntos, con energía y sin egoísmos.

Ahora llego la hora del gran desafío, de dar todo por hacer que nuestra provincia retome el rumbo del desarrollo, del crecimiento y del progreso. Ese rumbo de desarrollo que marcó nuestro nacimiento como provincia en 1958. Ese modelo de país con verdadera inclusión, trabajo, educación, salud y seguridad. Volver a ser el país que se caracterizó por la movilidad social ascendente, donde el hijo del trabajador podía acceder a la escuela publica de calidad, a una educación universitaria y progresar.

La provincia y el país pujante que fuimos y que unos pocos picaros nos robaron.

Por nosotros y por nuestros hijos. Santa Cruz y Argentina valen la pena.

Diego Bavio

Presidente de UNIR Santa Cruz

@BavioDiego

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